Los bienes comunes (procomún o commons) es un concepto que está siempre en construcción y acompaña nuestro caminar. Definirlo es complejo porque su apuesta es por la diversidad y la articulación. Sin embargo haremos un primer intento que se irá enriqueciendo a medida que sigamos avanzando.
Entendemos los procomunes de la misma forma que entendemos a los bienes comunes. ¿Qué sentido tiene entonces llamarlos de manera diferente? Nos hemos encontrado con esta necesidad por miedo al reduccionismo. Los procomunes encierran en su esencia un bien común, una comunidad asociada a él y un modo de gobernanza. Son insustituibles e inalienables. Lo procomún sería entonces la forma de producir y gestionar en comunidad bienes tangibles e intangibles, cuyo dueño no es único sino que nos pertenecen a tod@s y a nadie a la vez. Aquello bienes y modelos que heredamos o creamos libremente y queremos que permanezcan así para las posteriores generaciones. Espacios en los que todas las partes implicadas deberían tener acceso, participación y compromiso para asegurar su existencia. Ninguno de estos tres elementos son únicos y hay tantas posibilidades dentro de cada uno de ellos como formas de combinarlos. Eso es lo que hace a lo procomún tan difícil de definir.
Creemos que todo procomún va indisolublemente acompañando por un modelo de gestión colectiva y colaborativa humana y con el medio. Como decíamos al definir a los bienes comunes, son procesos de vida social y cultura política que necesitan ser ejercidos en comunidad. Construcciones horizontales que nos permiten aprender de l@s demás. Nos resitúan en un ámbito humanitario de libertad autonómica, conectados con valores democráticos y con nuestra propia creatividad al unir lo político y lo económico con la ética y la comunitariedad.
En la mayoría de los casos, los procomunes se hacen visibles cuando están en peligro de ser cercados, privatizados o destruidos. Enfrentan una doble amenaza: son bienes y modelos diferentes a los que entendemos por lo público y lo privado, pero que conviven con ellos. Por eso creemos necesario aportar en la construcción de nuevas instituciones que los defiendan.
Los procomunes son creados y recreados a base de experimentación, sostenibilidad y compromiso cooperativo. A base de crear mundos comunes y posibles.