II Jornadas hackfeministas. Hagámoslo juntas [DIT]: mutando teoría y práctica

actividades
5 febrero, 2019
sursiendo

Convocadas nuevamente por la Maestría en Comunicación y Política –  UAM Xochimilco nos juntaremos en las II Jornadas hackfeministas. Hagámoslo juntas [DIT]: mutando teoría y práctica. ¿Qué haremos? >> ver el programa aquí!

Antecedentes

El 9 de marzo de 2016, personas de diferentes geografías, espacios, corporalidades y sentipensares, nos reunimos en pequeño aquelarre en el marco de las I Jornadas Hackfeministas. Hagámoslo Juntas (DIT): Mutando práctica y teoría, con el objeto de reflexionar de manera crítica y colectiva sobre los repertorios de acción de (ciber/hack)feministas en nuestro contexto, así como el desarrollo de estrategias de seguridad y autodefensa en el continuum online-offline en el que nos situamos como activistas.

A lo largo de la jornada, reflexionamos sobre nuestras genealogías de lucha y resistencia, torciendo las nociones y significados de lo “tecnológico”, (es decir, pensarlo más allá que como sinónimo de computadoras y gadgets), lo hacker y los feminismos. Recordando y nombrando aquellas mujeres, proyectos y colectivas que han sido fundamentales para el desarrollo de nuestras rebeldías, y que incluyen no sólo científicas, ingenieras, teóricas y desarrolladoras de software-hardware, sino también nuestras abuelas, madres, hermanas, hijas, amigas y cómplices que en los espacios de nuestra vida cotidiana nos enseñaron a volar en escoba e hicieron despliegue de su veta hacker como unas auténticas entusiastas que resolvían la vida con los recursos disponibles en sus calendarios y geografías.

Como parte de este recorrido también planteamos nuestros temores y amores en torno a la forma en que actualmente vivimos nuestras luchas feministas, sobre todo en estos tiempos de guerra, donde ésta se convierte en un medio privilegiado para la imposición de políticas neoliberales que afectan todos los ámbitos de la vida; generando miedo y desasosiego, lo que deviene en un otorgamiento de la capacidad de agencia y organización de grandes sectores de la población hacia el Estado, las grandes corporaciones e instituciones, las cuales paradójicamente, son las mismas que imponen estos regímenes que atentan contra toda forma de vida.

Reflexionamos sobre cómo existir como mujeres en este sistema económico, político y social que continúa siendo profundamente racista, clasista y sexista, nos ha puesto en una situación de desventaja y peligro, por lo que hemos diseñado, aprendido y compartido estrategias no sólo para la supervivencia, sino para que ésta sea digna, bella y divertida.

Si bien el uso y apropiación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han sido claves para la emergencia de nuevas redes y maneras de pensar los feminismos, también ha sido necesario idear mecanismos seguros sobre cómo habitamos lo online, ya que este ámbito no es una “realidad ajena”, sino una extensión de nuestras experiencias offline, y por tanto, no están exentas de la reproducción de relaciones de poder y las asimetrías en las que nos sitúan por nuestra condición de sexo-clase-adscripción étnica y que resultan, entre otros fenómenos, en el incremento de los casos de ciberacoso y uso comercial de nuestros (meta)datos en la arena política de la web 2.0.

De igual forma, compartimos la necesidad de pensar nuestras cuerpas y de tomar conciencia de éstas, en tanto campo de batalla. En este sentido se podría considerar el aprendizaje de la autodefensa como un acto indispensable tanto en lo físico como en lo digital, ya que nuestros cuerpos son herramientas fundamentales para la resistencia, sí, pero también para el goce y la sororidad.

¿Por qué convocamos a unas II Jornadas Hackfeministas?

Si bien durante las primeras jornadas tuvimos oportunidad de acuerparnos y plasmar colectivamente nuestras reflexiones sobre las tecnologías todas, hacktivismos y feminismos diversos, sabemos que quedaron pendientes inquietudes y temas que, desde nuestro último encuentro se han visibilizado y/o tomado otros rumbos e intensidades.

Por ejemplo, cuando pocos meses después de las jornadas, específicamente el 24 de abril, miles de mujeres tomamos las calles de 40 ciudades de 27 estados del país, para manifestar nuestro hartazgo de vivir con miedo de salir a las calles, de vestir como nos gusta, y de sentirnos avergonzadas o enfurecidas por no poder alzar la voz contra las violencias machistas sin que se nos revictimizara, evento que fuera conocido como el #24A y que detonara una serie de acciones colectivas, conocidas como la Primavera Violeta. Virtualmente las movilizaciones fueron seguidas en diferentes partes del mundo, sumando a los hashtags que se estaban usando y a otras campañas como #MiPrimerAcoso.

Posteriormente, casos como la denuncia y seguimiento de los feminicidios de Lesvy Berlín Osorio y Mara Castilla, las denuncias y escraches sucedidos en diversas facultades de la UNAM, la viralización del #MeToo; así como otro conjunto de eventos, como los sismos de septiembre de 2017 y las elecciones presidenciales de 2018, pusieron en la palestra pública, temas como el feminicidio, la explotación de mano obrera femenina y el desprecio de la política “formal” que quitaba millones de pesos al presupuesto en programas para el avance de los derechos de las mujeres. Al tiempo que se visibilizaron y/o emergieron colectivas autónomas que hicieron del uso y apropiación de las TIC una bandera de lucha, posicionando temas como el ciberacoso y la necesidad del dominio de la técnica como algo urgente a trabajar desde un enfoque hackfeminista, que privilegia el uso del software y la cultura libre, desde una postura crítica que no acepta la neutralidad de las tecnologías en general y las digitales en particular.

Si bien la violencia que vivimos en nuestra contra es un elemento clave que nos urge a pensar formas contundentes de autodefensa, también son necesarios espacios donde podamos acuerparnos para compartir nuestros sentires y pensares respecto a todo el abanico de experiencias que nos interesan: nuestras cuerpas, nuestras afectividades, nuestras prácticas de (auto)cuidado(s); las elecciones tecnológicas que experimentamos, desde lo individual y colectivo; nuestros multiactivismos, la manera en que unos interpelan a otros y una diversidad de inquietudes.

Objetivo general:

Generar un espacio de encuentro, pensamiento, diálogo común y acción, de y para mujeres, que trabajan y/o tienen interés en las luchas hacktivistas y feministas.

Y como objetivos específicos:

  • Reflexionar sobre lo que entendemos por tecnologías y sus significados políticos.
  • Ofrecer un espacio de encuentro entre iniciativas autónomas vinculadas al/los hackfeminismos, para conocernos y compartir nuestro trabajo.
  • Reflexionar en torno a los “nuevos feminismos”, los hacktivismos, sus contradicciones, propuestas y “modos de hacer”; así como la forma en que ambas apuestas se interpelan.
  • Compartir conocimientos teóricos y técnicos para potenciar prácticas seguras en entornos digitales y no digitales.
  • Conocer las implicaciones/bondades/retos del uso y apropiación del software y la cultura libres.
  • Pesar la relación cuerpo/afectos/tecnología y la manera en que ésta impacta nuestra cotidianeidad.

También puedes leer Apuntes en torno a las Jornadas Hackfeministas. Hagámoslo juntas (DIT): Mutando Práctica y Teoría.

Esta vez somos muchas cómplices las que nos sumamos a las jornadas, entre ellas

> Acción Directa Autogestiva
> Sursiendo, Comunicación y Cultura Digital
> Maestría en Comunicación y Política –  UAM Xochimilco
> Hacklab La Chinampa