Sursiendo hilos sueltos
¿Es desarrollo y progreso tener 2 o 3 grandes superficies comerciales (o malls o plazas comerciales) en todas las ciudades que superan los 50.000 habitantes?
Para Juan Sabines Guerrero, saliente gobernador del Estado de Chiapas, parece que sí: en su último informe de Gobierno, el 31 de diciembre de 2011, presentó como adelantos en el rubro Desarrollo económico la apertura de “más de 30 unidades de negocios de Soriana y Grupo Wal-Mart en diversas ciudades”. Y eso a pesar de que realmente en cinco años la economía de la entidad chiapaneca ha crecido apenas un 0.8 por ciento, según la propia Secretaría de Hacienda.
Es el mismo gobernador que tiene sumido en una terrible deuda al Estado, según el comunicado de abril de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) la entidad tenía un endeudamiento de 14,226 millones de pesos, a finales de 2011 y que ahora se descubre que en sus cuentas hay irregularidades y cierto tufo a corrupción, como ha constatado las revisiones de la ASF: “El dictamen general en esta auditoría es negativo. Se considera que el Gobierno del Estado de Chiapas no cumplió con las disposiciones normativas aplicables”. Supone un quebranto al erario de casi 1,100 millones de pesos.
Pero Sabines tiene una larga trayectoria cooperando con Soriana, como demuestra el hecho de que la Marca Chiapas se presentase en diversas ocasiones en los establecimientos de la empresa Soriana.
Problemas que traen
Contrariamente a las prácticas gubernamentales, este tipo de supermercados plantean un tipo de consumo que:
-elimina a los pequeños y medianos productores locales, socavando la soberanía alimentaria.
-a los pocos que distribuye les impone grandes restricciones y penosas condiciones de pago
-trae la mayoría de sus productos desde largas distancias, por lo que emplea transporte masivo (= contaminación), muchas veces desde otros países
-por ello la gran mayoría de los productos vienen con conservadores (nada sanos) y empacados (mucha basura), y muchas veces son alimentos transgénicos.
-atrae con grandes inversiones en publicidad, por lo que los medios de comunicación estarán a su favor y evitarán cualquier crítica o investigación
-los consumidores incrementan el uso automóvil o transporte motorizado para llegar al comercio, que se ubica en moles de cemento a las afueras de las ciudades
-se homogeiniza el producto de venta, creando hábitos de consumo ajenos a las culturas locales (todos estos negocios son iguales en todo el país)
-fomenta el trabajo precario y evita la sindicalización, por lo que las condiciones y derechos laborales apenas existen
-muchos otros problemas relacionados con el medio ambiente, la salud, derechos sociales y políticos,… ver por ejemplo: AQUÍ y AQUÍ
Caso Soriana en San Cristóbal de Las Casas
La ciudad de San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas, de algo más 150,000 habitantes se prepara para el desembarco de una macrotienda Soriana, a sumar a las ya existentes Walmart-Aurrerá y Chedraui. La noticia transcendió recientemente en algunos medios, aunque ha sido un tanto a escondidas, por la presumible oposición social con la que ha contado anteriormente.
Organización Soriana no es una pequeña empresa familiar mexicana, sino una gran cadena de supermercados y almacenes, fundada en 1968 por la familia de origen español Martín Borque, en Torreón, México. En este 2012 tiene planeado invertir 3 mil 650 millones de pesos en la apertura de 53 nuevas tiendas de autoservicio en el país, cifra que representa un incremento del 5.1 por ciento en su capacidad instalada, a sumar a las 558 unidades que contabilizó al terminar 2011 en todo el país. Según datos recientes, alcanzó en el segundo trimestre de este año su mejor desempeño en ventas en 16 trimestres, logrando un crecimiento del 6.7 por ciento, nivel que no se había visto desde el primer trimestre de 2008, obtuvo una utilidad neta de mil 363 millones de pesos y la acumulada en el semestre llegó hasta 2 mil 947 millones.
Este grupo empresarial recientemente ha participado en la presunta compra de votos en favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con el masivo regalo de las famosas tarjetas para beneficiar al candidato Enrique Peña Nieto. Un caso espeluznante de corrupción, del que hay cientos de pruebas. Aún está por resolverse, aunque presumiblemente la presión empresarial hará que esto quede en nada.
En San Cristóbal de Las Casas ya tuvo una gran oposición en 2010 cuando la empresa Soriana intentó establecerse en los campos deportivos municipales, en contubernio con la administración local (del PRI y después PRD). Entonces miles de personas (familias, deportistas, ecologistas, movimientos sociales, etc.) se echaron a la calle para frenar esta operación fraudulenta, que implicaba eliminación de zonas deportivas públicas, construcción en humedales protegidos, intereses ocultos,… y otra mole de concreto para vender y vender…
Una macrotienda Soriana, además del repudio por el apoyo a la corrupción priísta, supone la usurpación de bienes comunes, como ya intentó hace unos años. Empresas de este calibre sólo piensan en su máximo beneficios arrasando a su paso cualquier consideración local o social, como puede ser el aumento de inundaciones por taponar humedales, fomento de hábitos de consumo perniciosos, aumento considerable de residuos y de transporte motorizado que atentan al medio ambiente, apropiación del saneamiento y agua públicas, etc.
Más allá de un necesario boicot a estas tiendas, es importante realizar un ejercicio de ciudadanía: protestando, ocupando zonas para su construcción, difundiendo sus males… compremos a los productores locales, armemos grupos de autoconsumo, apoyemos a lo sano y cercano.