Es innegable, que a día de hoy, las mal llamadas redes sociales, se han convertido en un hervidero de discursos de extrema derecha, marketing homogenizado de una cultura estética falseada y contenido vulgar y mediocre –shitposting-, muchas veces generado de manera artificial por bots o IA. Espacios donde distinguir lo que es real de lo que es deliberadamente falso se hace cada día más difícil. El mercado de la retención de atención es despiadado. Sabemos que el algoritmo de Youtube nos lleva desde un contenido cualquiera, a los videos más radicales de conspiracionismo y discurso de odio. Porque está demostrado que ese contenido genera ‘engagement’ y la ética no cuenta cuando la pelea se da por retener la atención de la audiencia.
Las redes sociales fueron en algún momento lugares de encuentro y debate. Espacios donde compartir información y conocimiento, denunciar la realidad que muchas veces ocultaban los medios de comunicación masivos, los políticos o gobiernos, y espacios donde encontrarte o conocer personas con tus mismos gustos y sentirte acompañada. Claramente esa nunca fue la intención de las grandes plataformas, no al menos desde que fueron absorbidas por los grandes monopolios o compradas por megalómanos multimillonarios; la intención detrás de estas redes siempre fue hacer dinero y harán cualquier cambio necesario en ellas para que así sea.
Pero aún así, hubo momentos donde muchas de nosotras pudimos aprovechar las redes sociales. Con sus más y sus menos, sentíamos que podíamos hablar al mundo y éste nos iba a responder o al menos escuchar. Pero cada día que pasa, muchas nos cansamos de estar en plataformas donde los discursos de odio, el contenido promocionado que no interesa lo más mínimo y la cantidad abrumadora de anuncios son la norma y no la excepción. Es por ello que quizás es el momento de revalorizar nuestra atención, enfocando nuestro interés y curiosidad en proyectos alternativos de redes sociales.
La palabra Fediverso viene de ‘federación’ y ‘diverso/universo’ y aglutina un conjunto de programas que funcionan en red de manera descentralizada. Para muchas, ésta se plantea como una alternativa a las grandes plataformas tecnológicas.
Ciertamente el Fediverso es más complejo de entender que cualquiera de las redes sociales tradicionales. Las plataformas como Twitter, Instagram o Facebook son centralizadas, todas las usuarias se conectan a través de una misma aplicación a un conjunto de servidores que están controlados por la misma compañía, aceptando todas las mismas reglas de juego que impone la corporación de turno.
El Fediverso ofrece un listado mayor de aplicaciones o servicios. Van desde el microbloggin y macrobloggin, al streaming de audio y/o video, o la compartición de imágenes, y lo novedoso es que todas pueden conectarse entre ellas. No existe un solo servidor centralizado para cada servicio, sino que cualquier usuaria con los conocimientos técnicos necesarios, puede montar lo que se conoce como instancia y ofrecer el servicio a otras usuarias. Suele ser la administradora del servicio, junto con sus colaboradoras, las que redactan las reglas y moderan el contenido de ese espacio virtual concreto, haciendo que cada instancia sea única, pero al mismo tiempo tenga la posibilidad de vincularse con cualquier otra.
Esto sucede porque todas trabajan bajo un mismo protocolo llamado ActivityPub, que permite que cualquiera de estas aplicaciones pueda hablarse y compartir contenido. Por ejemplo, desde mi cuenta de Mastodon (plataforma de microbloggin), puedo buscar una foto de Pixelfed (plataforma de fotos) y compartirla, darle a “me gusta” o comentarla. Aquí entra el concepto de federación, que es bien importante, ya que no todas las instancias están conectadas unas con otras. Son las administradoras las que deciden con qué instancias quieren comunicarse y compartir. A veces ocurre que varias instancias deciden aislar a una en particular, normalmente debido a que su contenido y código de conducta está en contradicción con el resto.
Las usuarias también juegan un papel importante en esa conectividad, ya que a través de una dirección, que se compone de un nombre de usuaria y el nombre del servidor donde está alojada esa cuenta, por ejemplo @sursiendo@mastodon.social (sí exactamente igual que como funcionan los clientes de correo electrónico) puedo conectar una instancia cualquiera de la red con mi propia instancia, por ejemplo siguiendo una cuenta, compartiendo una foto, una publicación o un vídeo. Es así que todas hacemos del Fediverso una red más conectada.
A la izquierda, una red centralizada, como Twitter o Facebook; en el centro, una red federada, como es Mastodon; y a la derecha, una red distribuida, como el protocolo torrent. Fuente: Maldita → Mastodon
Este modo de trabajar tiene muchas ventajas. La primera es que es una metodología de trabajo antimonopolística. Si cualquier usuaria puede ver y compartir contenido de cualquier instancia, hará que no sea necesario generar una cuenta en cada servicio donde desea ver contenido. Abriendo su acceso para alguien que quizás solo quiere ver una publicación concreta, pero no desea estar permanentemente en esa red social. De este modo también se distribuye el almacenamiento de datos y no hay una sola empresa o conjunto de personas que custodie toda la información. Al distribuir la carga de usuarias entre diferentes servidores, hace que no sea tan necesario los grandes centros de datos que alojan a millones de usuarias de países o continentes enteros, disminuyendo el impacto ecológico y económico de los proyectos. Para mí, el ejemplo perfecto de optimización de recursos sería peertube. Este servidor de streaming de video solo sirve una vez el contenido, y son el resto de usuarias las que comparten el mismo video entre ellas a través de un protocolo P2P (peer to peer), ayudando a que la máquina que aloja dicho material no tenga que ser tan potente ni consuma tantos recursos.
Cabe resaltar que ActivityPub es un protocolo de código abierto definido por la W3C, organización que lidera el desarrollo de la World Wide Web, y entra dentro de la categoría de software libre, por lo tanto sigue sus cuatro principios de libertad (estudiar, compartir, modificar y utilizar). Cada día más plataformas se suman al protocolo ActivityPub para compartir su contenido, como son WordPress, Tumbrl y Threat. Sí amigas, no hay innovación de la comunidad de software libre que no trate de ser fagocitado por los grandes monopolios de Silicon Valley.
Por lo general las administradoras de las instancias del Fediverso son en muchos casos compañeras amantes del software libre y la privacidad, gente que contribuye a que Internet sea un lugar más libre e igualitario para todas. Su trabajo para el mantenimiento de las instancias suele ser gratuito y éstas son normalmente sostenidas económicamente por las aportaciones voluntarias de las participantes. La administradora resguarda los datos de sus usuarias y nunca pide datos identificables, como un número de teléfono, una dirección física o una fecha de cumpleaños. El protocolo en sí mismo está diseñado para la protección de los datos privados, recogiendo menos metadatos y no generando perfilamientos de ningún tipo. Al menos en las instancias que yo conozco e interactúo, no se trafica con los datos de sus usuarias ni se monetiza el contenido que realizan.
Como en cualquier otra red social la moderación de contenido es un gran tema. La moderación en estas plataformas es manual, mantenida por voluntarias que revisan las quejas o denuncias de otras usuarias y que vigilan que se cumplan las reglas del espacio. No existen los algoritmos de recomendación ni de baneos. Hay filtros para poder moderar, pero ninguno de ellos es automático. Esto supone una carga bastante alta de trabajo voluntario, por lo que es importante la corresponsabilidad de las usuarias en estas plataformas para cumplir con las reglas acordadas en la instancia y contribuir al buen ambiente de la red.
La plataforma más popular del Fediverso es Mastodon, una red social de tipo microbloggin donde las usuarias pueden interactuar publicando texto corto (entre 300 y 500 caracteres), fotos y vídeos. Actualmente Mastodon tiene 7,409,745 usuarias, con casi 10,700 servidores activos. Es básicamente donde migramos muchas de las desencantadas de lo que en algún momento se conocía como Twitter.
Mastodon no tiene algoritmos de contenido que ofrezcan publicaciones promocionadas o de tendencia. Esto hace en un primer momento algo tedioso encontrar cuentas que ofrezcan el contenido que deseas. Es por ello que es muy importante añadirte a una instancia que esté acorde a tus preferencias e intereses. Suele ocurrir que muchas instancias se crean con temáticas, como por ejemplo @tkz.one (instancia enfocada en videojuegos y anime), @urbanists.social (dedicado al urbanismo y a la movilidad sostenible), @social.coop (instancia para personas interesadas en proyectos cooperativos y colectivos), @colorid.es (instancia con moderación activa y centrada en las personas queer/LGBTQIAPN+ que hablan portugués), @defcon.social («un lugar para hackers, investigadores, artistas, infosec, ciberpunks y todos aquellos interesados en la intersección entre tecnología y sociedad»). O que aglutinen a personas por idiomas o por países y regiones (aunque no se restringe), como @mastodon.uy , @mast.lat o @masto.es. Pero esto tampoco tiene que ser una preocupación, ya que podemos migrar nuestra cuenta, seguidores y personas que sigues de una instancia a otra.
Mastodon es quizás un poco más complicada que Twitter, ya que tienes varias formas de acceder al contenido, pero eso también te ofrece mucho más control sobre lo que quiere y no quieres ver en cada momento. Mastodon cuenta con 3 líneas temporales -timelines-. La de inicio, donde solo aparecerán publicaciones de la gente que sigues. La segunda línea temporal es la de tu propia instancia, donde verás todos los toots (así se llaman las publicaciones en Mastodon) de aquellas que también están alojadas allí. Finalmente en la tercera verás todas las publicaciones de la red que tu servidor conoce (el Fediverso conocido). Mastodon también posibilita la automoderación por usuarias, para que sean ellas mismas las que puedan quitar de sus líneas de tiempo contenido que no quieren recibir. Puedes desde silenciar a una persona por un periodo de tiempo a bloquear un dominio entero de manera perpetúa.
Mastodon ha sido refugio para muchos colectivos minoritarios, sobre todo de la comunidad LGBTQIAPN+. También hay una alta participación de personas con dificultades visuales y auditivas, por lo que se pone mucho cuidado en hacer de Mastodon una red social segura y accesible. Es por ello que tienes diferentes formas de avisar de un contenido que puede dañar la sensibilidad de otros, poniendo un “content warning”. Así como está muy extendida la práctica de poner la descripción ALT en las imágenes para facilitar la accesibilidad. Si no eres un machi-racist-troll y quieres probar una nueva red social te esperamos por el Fediverso, puedes seguirnos en @sursiendo@mastodon.social.
Agradecimiento a todas esas personas en Mastodon, que al lanzar la petición para entender mejor qué es y cómo funciona el Fediverso, respondieron diligentemente, con paciencia y mucha solidaridad.