En nuestra conexión de tierras comunes

derechos digitales colectivos
25 marzo, 2014
sursiendo

Sursiendo hilos sueltos

alga3Hace unos días escribíamos sobre una experiencia desde lo rurbano, desde esos nuevos ámbitos de vida entre lo urbano y lo rural, lo híbrido, lo remix, las construcciones sociales que queremos y donde queremos, siempre acercando lo común.

La propia palabra ‘urbano’ viene de lo rural, paradójicamente: «Según una antiquísima tradición etrusca, alrededor del terreno donde se iba a construir una ciudad, se trazaba un profundo surco circular con el arado», y ese arado se llamaba urbs. Esto lo transcendieron a la historia Rómulo y Remo, y la ciudad que fundaron y que se convirtió en la capital de un Imperio, en la Urbe por excelencia: Roma. Y donde se dio el civitas.

Hace mucho que esto nos viene a la cabeza, desde siempre hemos pensado en las conexiones arte-social, rural-urbano, online-offline, alimentación-cultura, urbanismo-software, antiguo-moderno, calles-pantallas… y en la necesidad de seguir vinculando espacios de lucha, defensa, propuestas y creación.

Hace pocas semanas cuando le declarábamos nuestro amor a internet pensábamos en cosas como estas. ¿Que qué tanto enredamos en la computadora? Pues nos enredamos con gente, conocemos procesos, aprendemos anárquicamente (que no es lo mismo que desordenado, sino que se asemeja más a aprender lo que nos interesa en el momento en que nos interesa y con la gente de la que queremos aprender).alga1Hace unos días tuvimos la oportunidad de visitar Alg-a, en Valladares, cerca de Vigo, en Galicia. Les conocíamos de las redes sociales digitales, de compartir enlaces, de acompañarnos en la distancia. Ahora les conocimos in situ, en su hermosa casa de piedra llena de arte y propuestas, con sus construcciones de contenedores, su estudio de radio, sus talleres de carpintería y electrónica. Desde allí apuestan por enredarse con lo local, con participar en la parroquia vecinal, en la mancomunidad de montes, y también en las redes globales, conectándose con urbes lejanas y participando en colectividades telemáticas. Lo glocal que se mezcla con lo rurbano y el artivismo.

Con la gente de Alg-a fuimos a la charla Territorios Comunes en la ciudad de Vigo, donde O Monte é Noso contó su experiencia partiendo de la idea del procomún, o mancomún, que vertebra su accionar. Relatan el carácter comunal de muchas tierras gallegas, el desconocimiento que hay a nivel general (que le conviene al impulso privado e individualista) y el trabajo que hacen para recuperar y difundir esta forma de gestionarse, tan radicalmente democrática, tan local y tan global a la vez.

Esto nos recuerda a México, a Chiapas, a las formas de organizarse para administrar las tierras, que analizábamos ampliamente en el texto Migraciones, agro, tercer cercamiento capitalista y el procomún, es decir, a los ejidos, a los bienes comunales, a la defensa de la tierra y el territorio, a las comunidades autónomas, a los modos colectivos de funcionar y de relacionarse. Es el procomún primero, el que nos analizaba Karl Marx y actualmente Silvia Federici, para explicar el nacimiento del capitalismo, del patriarcado moderno, de la explotación salvaje de la naturaleza.

alga5A un lado y otro del océano Atlántico se encuentran muchas de estas formas de vivir en relación con las demás personas en lo productivo y convivencial, que ni las instituciones educativas y formativas ni los medios de comunicación mencionan, pero que abundan y son radicalmente distintas a los modos que prevalecen como modernos o desarrollados, y que son los que nos están llevando a la ruina (humana y ecológica).

Esas maneras de organización social que reivindican en las tierras del sur de México y en las de Galicia nos invitan a pensar que en la naturaleza humana está el ser sociales y compartidos, responsables y comprometidos, además de que vivir es algo integral y así esas formas también nos hacen pensar en la relación de la tierra con la cultura, el ocio, la forma de alimentarse, las artes e incluso el carácter de grupos humanos.

A pesar del poco tiempo que tuvimos en Galicia, con las gentes que estuvimos, nos maravillamos de los paisajes, del hablar, de la amabilidad, de la creatividad y de las propuestas. Y eso nos traemos para seguirle trabajando en las conexiones.

PD: las fotos son del espacio Alg-a

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@Sursiendo