Lugares Comunes
Llamado también Yahvé, Jehová o Alá, según los países y las culturas, Dios murió ayer ahogado en un vaso de agua. Sobrevalorado durante años como artista de gran capacidad creativa, se le atribuyó erróneamente la invención de todas las plantas y flores del mundo cuando en realidad quedó hace tiempo demostrado que sólo es autor de la encina o ‘quercus faginea’, una lograda copia del roble poblada de bellotas.
Asimismo, hasta el año 1859 fue considerado el inventor de toda la fauna del planeta, aérea, marina y terrestre; en esa fecha, hace ya más de cien años, la ciencia estableció sin reservas que únicamente había participado en la creación del lenguado, el ‘solea vulgaris’, un animal marino completamente plano que vive aplastado contra la arena y cuya forma es muy poco respetuosa con el modelo original de “pez”.
Todo el resto de las criaturas –el mar y las estrellas, las montañas, las mariposas, el maíz, las selvas y los hipopótamos– son grandes inventos populares cuya autoría colectiva y anónima se manifiesta en la exactitud caprichosa de su factura (piénsese, por ejemplo, en la trompa del elefante o en el pistilo de las orquídeas).
Otras fuentes le atribuyen también la invención de las plagas, la lluvia de fuego, la sequía, el auto de fe, el cilicio y la lapidación. Parece confirmado, sin embargo, que siempre estuvo demasiado ocupado con las encinas y los lenguados –en los que trabajó muy despacio durante siglos– para imitar a los hombres o a la naturaleza. Desde que acabó sus dos obras maestras, aseguran sus biógrafos, se dedicó sencillamente a bañarse de noche en los vasos de agua de las mesillas de
los ancianos.
Tras la muerte de Dios, se ha abierto un proceso judicial por la propiedad de las encinas y los lenguados. El Vaticano, Monsanto y Pescanova se reclaman sus herederos legítimos.
El Boletín Oficial del Estado publica hoy la orden 1754/11, por la cual a partir del 1 de septiembre quedan ilegalizados los siguientes órganos del cuerpo:
– Todos los riñones derechos, salvo los de la marca Acme, los cuales deberán ir acompañados de sus correspondientes certificados de autenticidad y liquidación de derechos comerciales.
– Todos los hígados no fabricados por la casa Trola en las mismas condiciones que en el punto anterior.
– Todos los páncreas, bazos y vejigas que no estén avalados por el certificado de calidad expedido por la agencia Orgality, la compañía privada contratada por el Gobierno para impedir el tráfico clandestino de órganos.
– Todas los pulmones que el día 31 de agosto mantengan impago el canon biológico establecido en el decreto 76/07 en favor de las compañías propietarias del sistema respiratorio.
– Todos los corazones no homologados por la ITC o que adeuden más de seis meses de alquiler a la empresa propietaria.
– La orden 1754/11 del BOE excluye del uso, bajo penas que oscilan entre dos y ocho años de cárcel, todas las narices no incluidas en los modelos A, B y C del catálogo de Ikea, así como todos los pechos cuyas medidas no se ajusten a los parámetros estándar establecidos por la Clínica Tachmil, encargada por el Gobierno de regular los patrones de belleza más integradores y saludables.
– Estas medidas progresistas, orientadas a acelerar la recuperación económica, han sido bien acogidas por la población. Sólo algunos miles de manifestantes protestaron ayer en la Puerta del Sol y gritaron eslóganes en defensa de sus órganos sin marca, muchos de ellos sin duda pirateados contra la ley de las grandes compañías biodemiúrgicas.
–Cientos de cojos, obesos, jorobados y narigudos han huido a las montañas, donde han formado una comunidad utópica bajo el lema: “Otra belleza es posible».
Extractos del libro “Noticias”, de Santiago Alba Rico.
Editorial Caballo de Troya, 2010