Hay un sábado de común denominadores
-Seguimos leyendo el Manifiesto Comunero de Las Indias, cada vez con más gusto y por eso empezamos este sábado recomendándolo. Ese abanico de comunalidad abarca aspectos como la gestión de espacio en las ciudades. Suena bien eso de que Valencia cederá 400.000 m2 de solares vacíos para la autogestión ciudadana ¡a por más huertos urbanos! Claro, será que ¿Llegó la hora de que la economía se comporte «como si la gente importara»? Será un buen tema para plantear el próximo fin de semana en la IV Feria de Economía Social y Solidaria de Madrid, porque #SiNoTeGusta, cámbialo. Lo que sí nos gusta es incluir otros discursos… Compartimos Una mirada feminista a los impactos de las multinacionales.
-Ya están armando el IV Simposio Internacional LAVITS que se realizará en noviembre en Buenos Aires: ¿Nuevos paradigmas de vigilancia? Miradas desde América Latina. Parece un buen momento para leer sobre Internet y el imperio de la vigilancia porque «La defensa de la vida privada, cuya valor correría el casi seguro riesgo de perderse en una sociedad vigilada, es indispensable para que no se produzca lo que la filósofa Hannah Arendt llama auténtica calamidad existencial». Por eso desde Perú lanzaron una campaña para derogar un decreto legislativo que autoriza la vigilancia estatal: con una divertida parodia del chapulin-colorado presentan No por mucho vigilar se amanece más seguro. Esto se suma a otras formas de saber lo que hacemos: Así es como el gobierno mexicano escucha tus conversaciones privadas. Será, como mínimo divertido, prestar especial atención al momento en que Edward Snowden muestra cómo combatir el espionaje telefónico. Seguir leyendo